Del compostaje casero obtenemos un abono orgánico de muy buena calidad y es una opción para reciclar la basura que sacamos en la cocina.
Lo que necesitamos es un recipiente con orificios, una base de hojas secas o broza, de venta en cualquier vivero. Cáscaras de frutas y verduras, el residuo de café y cascarones de huevo; preferiblemente usar cáscaras de papa, zanahorias, pepino, manzana, peras, bananos y evitar los cítricos como las naranjas y limones.
El principal cuidado es darle vuelta cada dos días, para que entre aire en nuestro compost y con esto evitar que salgan molestos malos olores.
Su elaboración es muy sencilla:
Paso 1
Tener listo nuestro recipiente, donde iremos colocando nuestro material a compostar.
Paso 2
Juntar cáscaras de frutas, verduras, cascarones de huevo, residuos de la cafetera.
Paso 3
Picar las cáscaras en cuadritos, o triturar los cascarones de huevo, la idea es hacer más pequeño nuestro material, para que se descomponga más rápido.
Paso 4
Colocar una capa de broza o material seco y una capa de cáscaras.
Paso 5
Mojar la mezcla.
Paso 6
Poner otra capa de material seco, volver a mojar.
Paso 7
Podemos repetir este procedimiento cada dos días hasta llenar el recipiente, y luego nos quedamos moviendo cada dos días.
Paso 8
El resultado final será una tierra fina de color negro, sin ningún olor desagradable, este abono se obtiene aproximadamente al mes de haber iniciado nuestro proceso, cuando tenemos listo el abono podemos aplicarlo a nuestras flores e incluso a nuestros huertos y la verdura que obtengamos será de origen orgánico.